Memoria de Trabajo


 



 
 
 
 

 




















El proceso de la memoria es un acto cognitivo que incluye las siguientes fases:
• Comprensión
• Fijación
• Retención
• Evocación
• Reconocimiento



La memoria se clasifica en:
•memoria de corto plazo o memoria inmediata (que es la que retiene los datos a procesar) y
•memoria de largo plazo o memoria mediata (que almacena los datos procesados).


¿Qué es la memoria de trabajo?


Es una función del lóbulo frontal del cerebro. No es la memoria a corto plazo, sino que es una función que se encuentra dentro de ésta. Es la habilidad de mantener información ya procesada en la memoria a corto plazo, durante un corto período de tiempo en primer plano, mientras se lleva a cabo el procesamiento de la nueva información que va llegando al sistema, al mismo tiempo que se recupera información de la memoria a largo plazo, y se reconoce nuevo material. Esto nos permite comparar la información nueva con lo que ya poseemos sobre un tema, y permite anticiparnos al texto. Por ejemplo, en la lectura nos permite decodificar, reconocer e identificar, tanto palabras como frases, mientras recordamos aquello que se leyó.

La memoria de trabajo está compuesta por dos sistemas, uno ejecutivo y otro subsidiario. El sistema ejecutivo actúa como procesador de la información que nos ingresa, mientras que el sistema subsidiario almacena los datos. En la lectura, el sistema ejecutivo se encargaría de evocar la información pertinente a la sintaxis, a la semántica, y a las reglas de conversión grafema/fonema. Al mismo tiempo, el sistema subsidiario, se encargaría de retener las palabras, frases u oraciones, por períodos cortos de tiempo mientras son procesadas, para dar lugar a que unidades mayores de texto puedan ser comprendidas. En aritmética, el sistema ejecutivo debe monitorear y evocar información de las operaciones a realizar, mientras el sistema subsidiario almacena los números específicos que participan en el cálculo.
   


Es importante destacar que el funcionamiento de estos sistemas debe ser simultáneo, y que la memoria de trabajo tiene una capacidad limitada, que tiene que ser compartida por la información que está siendo procesada, y el almacenamiento de los datos. Si el sistema ejecutivo ocupa más espacio de trabajo, menos lugar o capacidad habrá para que el sistema subsidiario almacene datos.

Se necesita tener la memoria de trabajo intacta para poder apreciar y entender la sintaxis y la semántica de una lengua, particularmente para la compresión por vía auditiva de oraciones, en especial de tipo complejo. Por ejemplo: El niño que el abuelo está abrazando, está jugando con el perro. Para saber quién está jugando y quién está abrazando, si no se lo está leyendo, es necesario sostener esa información en la memoria de trabajo, y empezar a descubrir gramaticalmente quién juega y quién abraza. También se usa la memoria de trabajo cuando es necesario combinar oraciones, y cuando es importante conservar el orden de las palabras (fue Pedro, y no Santiago quien encontró la pelota).

La memoria de trabajo es fundamental para la lectura, porque el lector debe decodificar y/o reconocer palabras mientras recuerda aquellas que ya leyó. Es necesario retener y mantener el sentido de las palabras, y sostener el hilo temático, para poder comprender las ideas; en caso contrario, el proceso de comprensión se interrumpe. También ésta es necesaria cuando leemos un texto, ya que debemos extraer las relaciones semánticas y sintácticas entre las palabras sucesivas, y recordar el sentido de las frases que ya se han leído, para llegar a captar el significado global del texto.

La memoria de trabajo es muy importante para la lectura de palabras aisladas, particularmente durante el comienzo de la adquisición de las habilidades para la lectura, porque las reglas de conversión grafema-fonema para cada segmento de la palabra, deben ser guardadas en la memoria, mientras los nuevos segmentos son procesados. Palabras largas requieren mayor uso de la memoria. Además, la complejidad de alguna regla puede influir en la posibilidad de reconocimiento, debido a las posibles alternativas de conversión para la correcta pronunciación. Si bien este hecho es poco común en nuestra lengua, en algunos casos es evidente su incidencia (ce, ci, que, qui, gue, gui).

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA TARTAMUDEZ:COMUNICÁNDOSE CON SU HIJO

Rayito de luz del día: